LAS ABEJAS.
INTRODUCCIÓN: EL "LENGUAJE
DE LAS ABEJAS"
Esto te podrá parecer un cuento de hadas, pero el hecho de que las
abejas tienen su lenguaje es muy cierto. Si hay numerosos animales que tienen
una voz para expresarse, esta voz les sirve muy a menudo para expresar sus
propias sensaciones. Las abejas por el contrario, hablan una lengua que les
permite dar una serie de informes y a veces, hasta consejos útiles.
Apenas acaba de salir el sol; el rocío
matutino cubre con millones de radiantes gotas iridiscentes la hierba, las
hojas de las plantas y de los árboles y los pétalos de las flores multicolores.
La colmena, a la vera de un seto, parece abandonada, muerta. A poco una abeja
solitaria sale, se orienta y emprende el vuelo. Instantes después , otras
imitan a la primera.. Son las abejas exploradoras, tenaces buscadoras de
alimento.
Su misión es descubrir flores en sazón, con la
corola abierta, llenas de néctar y enteras cubiertas plenamente de polen,
materia que necesitan las abejas obreras para producir la cera. Ésta servirá
para hacer los panales en que, después, almacenarán la miel elaborada en su
estómago, con el dulce jugo libado.
Minutos más tarde, y brillando bajo los rayos
del sol como insectos de oro, ahítas de néctar y cubiertas de polen, retornan
algunas exploradoras. Entran en la colmena y salen enseguida conducidas por las
obreras y dan inicio a una danza enigmáticamente alocada. Las obreras se
arraciman detrás de las exploradoras, siguiendo meticulosamente la danza y,
poco a poco, ávidas, parten en línea recta hacia la fuente del alimento
indicada por sus compañeras, que sin vacilaciones es localizada de inmediato.
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