sábado, 18 de mayo de 2013

Arbitrariedad

Algunas palabras en las lenguas parecen ''imitar'' los sonidos producidos por algunos objetos o actividades, de ahí que parezca que la conexión sea menos arbitraria. Algunos ejemplos en español serían cucú, arrullar, tartamudear o ronronear. Sin embargo, en español estas onomatopeyas son relativamente escasas. En cambio, en el caso de la mayoría de las señales que emplean los animales para comunicarse parece existir una clara conexión entre el mensaje que transmiten y la señal que utilizan para transmitirla. La impresión de que las señales empleadas por los animales no son arbitrarias puede estar estrechamente relacionada con el hecho de que todos los animales cuentan con un conjunto finito de señales para comunicarse. Es decir, todos los tipos de comunicación animal  tienden a producirse  a merced de un conjunto limitado y fijo de elementos gestuales o vocales. Muchos de estos elementos se utilizan únicamente en situaciones específicas (por ejemplo, para delimitar el territorio) y en momentos concretos (por ejemplo durante la época de celo).

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